¿ Qué es la felicidad ?
Esta es una de las grandes preguntas que todos nos hacemos tarde o temprano. Lógicamente, tendrá diferentes respuestas según si preguntamos a una persona que viva en Senegal, en una favela de Río de Janeiro, o en chalet de lujo de la sierra madrileña.
La visión actual de la felicidad en las sociedades occidentales, donde un porcentaje muy alto de la población cuenta con las necesidades básicas cubiertas, en muchos casos se enfoca en estar de buen humor y en la búsqueda continua de experiencias agradables.
Otras veces buscamos la felicidad en cosas que no dependen de nosotros, como tener buena salud, encontrar un compañero de por vida, el trabajo de mis sueños o un nivel económico determinado.
Para los estoicos, la felicidad (a la que denominan eudaimonía), tiene que ver con una concepción de la la misma, mas interna que externa, es decir, es algo que depende de nosotros y que no debe verse afectada por el entorno o las circunstancias de un momento determinado.
Para los estoicos, la felicidad se alcanza cuando actuamos de acuerdo a nuestra naturaleza. Por tanto, los seres humanos, que somos racionales y sociales, seremos felices cuando actuemos de acuerdo a nuestra razón y sin perjudicar a nuestro entorno social.
- ¿Pero qué significa actuar de acuerdo a nuestra razón? Debemos actuar de acuerdo a nuestros valores y principios, ya que la felicidad se encuentra en ser coherentes con ellos, de manera que si actúo en contra de mis propios valores, puede que de forma puntual, encuentre un momento alegre o satisfactorio, pero que a largo plazo, me haga infeliz. Por ejemplo, si uno de tus valores en una relación de pareja es la fidelidad, siendo infiel, es seguro que encontraras un momento de placer o satisfacción, pero a la larga, al haber actuado en contra de tus valores, serás infeliz.
- ¿Qué significa actuar como seres sociales? Se trata de entender, que como seres sociales, todo lo que hacemos, tiene efectos en otras personas. Decía Marco Aurelio en su libro Meditaciones que «lo que no beneficia a la colmena, no beneficia a la abeja», así que desde este ámbito seremos felices siempre que nuestros actos no perjudiquen a terceras personas.
Así pues, desde una óptica estoica, yo debo responsabilizarme de aquello que está bajo mi control, es decir:
- Lo que digo
- Lo que hago
- Lo que pienso
Pero no puedo responsabilizarme de lo que dicen o hacen otras personas y mucho menos de su felicidad. La felicidad es un trabajo que debe realizar cada uno y que no podemos externalizar.
Cuando te levantes por la mañana, piensa en el precioso privilegio de estar vivo: respirar, pensar, disfrutar, amar
Marco Aurelio