¿Cómo puede ayudarme la filosofía estoica?
Vivimos en una sociedad donde prima lo inmediato, algunos estudios indican que miramos el móvil unas 100 veces al día de media, estamos hiperconectados: leemos emails en múltiples dispositivos y en cualquier lugar, respondemos WhatsApps de forma compulsiva, pedimos productos en Amazon y los recibimos a las pocas horas o días, tenemos en Google toda la información que queremos a un solo click de ratón, todo lo queremos y nos lo exigen para ya, pero paradójicamente vivimos totalmente desconectados del momento presente.
Todo esta actividad provoca que en nuestra mente surja un pensamiento tras otro, es lo que en la filosofía oriental se denomina mente de mono.
Examina las cosas que aparecen en tu mente. Considera con objetividad lo que dicen los demás, y establece después tus propias convicciones
Epicteto
Una de las consecuencias evidentes de lo anterior es que no vemos la realidad con claridad, y esta falta de claridad nos lleva a tomar decisiones poco acertadas y a no identificar correctamente nuestras prioridades.
El estoicismo es una filosofía eminentemente práctica que nos proporcionará mayor claridad mental y que por tanto nos permitirá enfocarnos en lo realmente importante y tomar decisiones más acertadas.
A continuación os enumero mi decálogo estoico, aunque debemos tener en cuenta que incluso para los fundadores del estoicismo, no existe el verdadero estoico, sino que describen un ideal en el que verse reflejado:
1.- Reflexiona sobre cuáles son los valores que te importan. Estos valores deben guiarte en cualquier decisión que tomes, y nunca debes ir en contra de tus propios valores por muy tentador que pueda ser el objetivo. Los estoicos asumen valores como la justicia, la disciplina, la sabiduría o el coraje.
2.- Reflexiona sobre cuál es tu propósito en la vida. Este propósito, es el que en la filosofía japonesa denominan Ikigai. Nuestro propósito no puede ser algo que se pueda alcanzar, adquirir o almacenar (dinero, objetos, posición social…) ya que en ese caso se trataría de un objetivo o una meta. Además nuestro propósito puede cambiar con el tiempo, no será el mismo a los 20 años que a los 50.
3.- Aprende cómo funciona tu mente y cómo gestionas tus pensamientos y emociones. Ya hemos visto en otras entradas como en reaccionar vs actuar y en la adaptación hedónica, que aprendiendo cómo nuestra mente se comporta en determinadas ocasiones, nos va a permitir tener mayor control sobre ella.
4.- Aprende a diferenciar aquello que depende de ti de lo que no está en tus manos. Una de las principales enseñanzas de los estoicos y de Epicteto en particular, es entender que en la vida hay determinadas cosas que están bajo nuestro control (nuestra interpretación de lo que sucede y nuestras acciones) y otras que escapan totalmente a él y en las que por tanto no debemos basar nuestra felicidad. En la entrada sobre la dicotomía del control hablo de este tema.
5.- Establece tus objetivos en base a tus valores. A diferencia de nuestro propósito, los objetivos deben ser metas que podamos alcanzar. George T. Doran desarrolló en 1981 el concepto de objetivos SMART, según el cual, cualquier objetivo que queramos alcanzar, debemos establecerlo siguiendo el acrónimo del ingles SMART. Los objetivos deben ser (S) específicos, (M) medibles, (A) alcanzables, (R) relevante y (T) temporal.
6.- Planifica tus acciones alineándose con tu propósito. Tu propósito debe ser tu estrella del Norte, tu guía, te marca el camino a seguir.
7.- Actúa con determinación y disciplina. Dos de los valores fundamentales de cualquier aspirante a estoico. La determinación de actuar de forma correcta con independencia de los resultados y con la disciplina suficiente para vencer todas las tentaciones a las que estamos sometidos.
8.- Acepta el resultado; agradece los éxitos y aprende de los errores. Ten gratitud por lo que tienes y disfruta de ello mientras lo tengas en lugar de lamentarte por lo que crees que te falta o mereces. Por otro lado, no pierdas la oportunidad de aprender que te ofrece cualquier fracaso.
9.- La filosofía es para la mente lo que el ejercicio para el cuerpo, si no lo practicas con regularidad no sirve para nada, recuerda que somos aquello que repetimos, los dos lobos de la cultura nativa americana resumen muy bien este concepto.
10.- Por último, recuerda que lo que te define como persona es lo que haces, no lo que piensas, son nuestras acciones las que tienen consecuencias y no nuestros pensamientos.